Las leyendas eslavas no son tan conocidas como los mitos y creencias Griegas o Romanas, pero no por eso menos interesantes. Es una pena pero los eslavos no nos han dejado ningunas fuentes directas de conocimiento sobre su cultura. Posiblemente no usaban la escritura y todo pasaba de uno a otro en forma oral. Me gustaría que los Polacos conocieran la cultura mexicana y Ustedes la polaca, ambas son tesoros del partimonio mundial. Hoy quiero mostarles una leyenda sobre principios del estado polaco.
Hace mucho tiempo, detrás de siete montañas, detrás de siete bosques (creo que asi empiezan todos las buenas historias, que vale la pena escuchar) vivian tres hermanos eslavos.
Muy amable Lech con cabellos tan rubios como el sol, muy listo y energético Czech y silencioso Rus. Fueros jefes de tres grandes tribus eslavas, gobernaban muy justamente. Por lo tanto la gente no le faltaba nada, vivía en paz y con gran prosperidad. Hasta que llego un momento donde la tierra que ocupaban no pudo sostener mas personas. Sus tribus empezaban sufrir hambre, por la falta de animales para cazar, pescar y trigo para hornear el pan.
Como buenos jefes, Lech, Czech y Rus decidieron salir de su pais y buscar nuevas tierras.
Cuando lo anunciaron la gente aunque preocupada por el viaje lleno de peligros por las tierras desconocidas, confiaba en su sabiduría. Después de preparar las cosas necesarias, salieron los pobres viajeros solo con lo que han podido empacar en sus carros de caballos.
Viajaron por muchísimos días, a veces cruzando grandes ríos, bosques densos y llenos de lobos y monstruos horribles. Hasta que un día salieron del bosque tan grande y denso como ningún otro, al frente de sus ojos han visto la tierra verde y plana, llena de ríos. Rus dijo que su tribu ya esta cansada y no piensa viajar mas. Aquí se quedarían ya que pensaban formar su asentamiento
Emplema de Polonia
Ha Czech le ha gustado mucho la luz, entonces junto con Lech decidieron viajar en dirección del Sol. Algún día han acampado cerca de la montaña enorme en su altura, Czech mirándola ha dicho "sabes como a mi me gusta la luz del Sol cerca del pico tendré sus rayos, la tierra parece muy fértil, aquí nos quedamos nosotros" .
Lech ha sido muy triste, pero sabia que llegaría un día cuando el y su tribu tambien encontrarán su nueva tierra. Después de despedirse con Czech, otra vez viajaron por muchos dias y noches, hasta qué durante uno de sus campamentos Lech ha notado que donde están la terra abajo de sus pies esta llena de plantas, bosques llenas de los animales y ríos con muchas peces. Sabia que su tribu ya no podría viajar mas, entonces anuncio que ha decidido establecer su nuevo sede aquí. La gente estaba muy feliz, pero pidieron a sus dioses a que les den un señal si deberían quedarse aquí entre estos ríos y colinas. Haciendo su oraciones, en la tarde vieron contra la puesta de sol una magnifica aguila blanca aterrizando en su nido. Consideraron que era la señal que pedían y ahí empezaron crear su sede que llamaron El Nido (Gniezno). Desde este tiempo el aguila blanca sobre un fondo rojo es el emblema de Polonia. Gniezno era la primera capital del nuevo país y por eso a los polacos se les llama Lechitos porque somos descendientes del Lech.
Así fueron los inicios de tres grandes países eslavos, Polonia, Chequia y Rusia.
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